martes, 16 de febrero de 2010

EN ESTA GUERRA


En esta guerra no hay misiles,
Ni uniformes, ni soldados, ni generales;
En esta guerra sólo estamos tú y yo:
Dos corazones danzando al son del desengaño,
Dos apátridas en el país del amor.
El abanderado hace tiempo que cayó,
Arde su bandera como ardieron nuestros cuerpos al calor del sol de medianoche.
Llegó el invierno a las regiones de la pasión,
Se levantan barricadas en las calles del olvido;
Y no me entiendes, pero no te culpo,
Odias, como todos odian lo perecedero,
La rosa marchita desnuda de rocío,
El mito en su decrépita vejez,
Odias como muchos odian la acritud humilde de la muerte.

Aprende a estimar aquello que nace, crece y muere,
Que tal como viene se va
Aquello que no aspira a ser más de lo que es:
Un algo vivo dispuesto a morir.

Y eso ha sido lo nuestro,
Un algo intrascendente,
Tan nada platónico, tan real, tan humano;
Nos cansamos de esperas,
De abrazos,
De ilusiones,
De mentiras,
De despedidas...
Y se nos secó el pozo de los besos.

En esta guerra no hubo misiles,
Ni uniformes, ni soldados, ni generales,
En esta guerra en las cenizas todavía respira
Eso que dicen se llama Amor.
SONGOKU

1 comentario:

  1. y qué buenas son las luchas cuerpo a cuerpo amigo songoku, aunque luego vengan las bajas que quedan en el campo de batalla..pero hay que vivirlas para luego escribir así.

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