Alguna vez soñamos
con ser prófugos bajo la luna
dando esquinazo al destino,
eran instantes de noche larga
de verano en bancos que arden.
Parábamos el tiempo,
nos enamorábamos de la mujer equivocada,
y agosto se hacía espera
de una lluvia con olor a tierra
que mojara nuestra desesperanza.
Alguna vez mirábamos
los ojos fieros del desamor
en la calima oscura del horizonte
y sólo el hielo en las manos
nos devolvía la velocidad en la sangre
y el paso acelerado de la madrugada.
Ese momento fue, a veces,una oportunidad
para abandonar la piel hirsuta del miedo
en las trincheras de la calle
y ser héroes de una ciudad
que dejamos en ruinas
aquella noche de cerveza, sudor
y sueños rotos en la acera.
RAFA
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SUBLIME, MAJESTUOSO, en definitiva, made in Rafa
ResponderEliminarah por cierto, se me había olvidado, pero nadie mejor que tú ha sabido, con este poema, describir aquellos años, que, por otro lado, no fueron aquellos maravillosos años, aún así, de aquellas madrugadas, siempre nos quedó la risa
ResponderEliminarAfán pluribiográfico que plasma el sentir de una época, una etapa, un cúmulo de vivencias; maravillosos o no fueron años vividos y marcados con huella.
ResponderEliminarAunque no fueran maravillosos años tuvieron intensidad, y fueron la semilla de lo que somos ahora, y con todo los vivimos con mucho sentido del humor como bien ha dicho songoku..Agradezco vuestras palabras
ResponderEliminarAunque este nuestro barrio es universal, no he podido evitar sentir el calor de las noches de agosto cordobesas...Intenso y evocador
ResponderEliminarmargobal