Amiga,
Hoy necesitaba escribirte,
Me bailaban los dedos sonriendo
Mientras mesaba el cabello de tu recuerdo.
Me perfumaban las luces
Del color que bordea
Y habla en pos
De tu sentimiento junto al mío.
Amiga,
Todos llevamos un reloj por dentro
Y le he dado cuerda
Para que las agujas marquen tus horas.
Quizá nunca te lo dije
Pero a veces mi espalda
Se aferra a los surcos
Trazados por mis botas raídas,
Aquellas que pisaron otros hogares,
Otras habitaciones,
Otras ciudades,
Otros desiertos…
Te voy a contar algunas vivencias,
Otras personas,
Otros lugares,
Otras etapas:
Existieron momentos en que caminé brutalmente solo con alguien al lado,
Encontré apartamentos
En que estuve encarcelado,
Aunque tenía las llaves
Y las puertas abiertas,
En ocasiones,
Cuando canté,
Me hallaba camuflando una oración,
Ciertos días soñé despierto
Y acabé prefiriendo la pesadilla de la noche anterior,
Hubo tiempos en que el amor con mi amante
Se escapó entre los orgasmos del desengaño,
Y ahora que lo pienso,
En el pasado,
Me tocó sufrir la sed
Oteando el oasis de unos labios vallados por las circunstancias,
Conocí mis miserias y las acaricié
Sabía que siempre me acompañarían,
Jamás me arrepentí de mi sombra,
Porque sabía que a alguien daría cobijo,
Como noctámbulo
le recriminé a la luna el por qué
No se casaba con el sol todas las noches,
Pero el eclipse me explicó la magia de una noche sin bodas.
Amiga íntima,
Te has anudado a mis nervios y deleites,
Te has fusionado con mis sudores más sabiamente compartidos,
Y me das el impulso de mis horas sin muelle,
Amiga íntima,
Me alegro de tenerte,
Aunque no conozca el laberinto donde encontrarte
Para perdernos,
Aunque a veces el viento en lugar de llevarse las palabras
Las sople como huracán no querido ni sentido,
Pero, en todas partes te espero,
Porque me haces olvidar esa espalda descrita,
Y cuando nos vemos,
Sin parecerlo,
Nos embelesamos viendo un infinito común y deseado,
Amiga íntima,
El eslabón que describimos
No pertenece a la cadena del condenado a las galeras,
Es invisible y flexible
Como el alma de los Ángeles,
Y sin hipérboles: contigo, he tocado el cielo,
Me has devuelto a la poesía,
Porque me has traído en tus manos la confianza y la belleza sin divorciar,
Y en definitiva, siempre estás ahí,
Amiga íntima,
Mírame cuando sonría
Por si puedo hacerte sonreír,
Y si las lágrimas emergen del mar de tus ojos
Déjame que me ahogue contigo,
Trataré de hacerlas de agua dulce
Para seguir alimentando la flor de tu inmensa ternura,
Si no es necesario nunca mires atrás,
Como ahora torpemente hice yo,
Porque sabes qué:
Me gustará eternamente
Ser el perpetuo chamán para tus desvelos
Y así, en la planta sagrada de tus besos,
Anunciarte lo imperecedero de un presente a tu lado.
Hoy necesitaba escribirte,
Me bailaban los dedos sonriendo
Mientras mesaba el cabello de tu recuerdo.
Me perfumaban las luces
Del color que bordea
Y habla en pos
De tu sentimiento junto al mío.
Amiga,
Todos llevamos un reloj por dentro
Y le he dado cuerda
Para que las agujas marquen tus horas.
Quizá nunca te lo dije
Pero a veces mi espalda
Se aferra a los surcos
Trazados por mis botas raídas,
Aquellas que pisaron otros hogares,
Otras habitaciones,
Otras ciudades,
Otros desiertos…
Te voy a contar algunas vivencias,
Otras personas,
Otros lugares,
Otras etapas:
Existieron momentos en que caminé brutalmente solo con alguien al lado,
Encontré apartamentos
En que estuve encarcelado,
Aunque tenía las llaves
Y las puertas abiertas,
En ocasiones,
Cuando canté,
Me hallaba camuflando una oración,
Ciertos días soñé despierto
Y acabé prefiriendo la pesadilla de la noche anterior,
Hubo tiempos en que el amor con mi amante
Se escapó entre los orgasmos del desengaño,
Y ahora que lo pienso,
En el pasado,
Me tocó sufrir la sed
Oteando el oasis de unos labios vallados por las circunstancias,
Conocí mis miserias y las acaricié
Sabía que siempre me acompañarían,
Jamás me arrepentí de mi sombra,
Porque sabía que a alguien daría cobijo,
Como noctámbulo
le recriminé a la luna el por qué
No se casaba con el sol todas las noches,
Pero el eclipse me explicó la magia de una noche sin bodas.
Amiga íntima,
Te has anudado a mis nervios y deleites,
Te has fusionado con mis sudores más sabiamente compartidos,
Y me das el impulso de mis horas sin muelle,
Amiga íntima,
Me alegro de tenerte,
Aunque no conozca el laberinto donde encontrarte
Para perdernos,
Aunque a veces el viento en lugar de llevarse las palabras
Las sople como huracán no querido ni sentido,
Pero, en todas partes te espero,
Porque me haces olvidar esa espalda descrita,
Y cuando nos vemos,
Sin parecerlo,
Nos embelesamos viendo un infinito común y deseado,
Amiga íntima,
El eslabón que describimos
No pertenece a la cadena del condenado a las galeras,
Es invisible y flexible
Como el alma de los Ángeles,
Y sin hipérboles: contigo, he tocado el cielo,
Me has devuelto a la poesía,
Porque me has traído en tus manos la confianza y la belleza sin divorciar,
Y en definitiva, siempre estás ahí,
Amiga íntima,
Mírame cuando sonría
Por si puedo hacerte sonreír,
Y si las lágrimas emergen del mar de tus ojos
Déjame que me ahogue contigo,
Trataré de hacerlas de agua dulce
Para seguir alimentando la flor de tu inmensa ternura,
Si no es necesario nunca mires atrás,
Como ahora torpemente hice yo,
Porque sabes qué:
Me gustará eternamente
Ser el perpetuo chamán para tus desvelos
Y así, en la planta sagrada de tus besos,
Anunciarte lo imperecedero de un presente a tu lado.
